perros maltes

perros maltes

Origen e historia


Su origen suele situarse hace más de 3.000 años, en la isla de Meleda, y las primeras referencias que tenemos de la raza se las debemos posiblemente a los egipcios. En tumbas de algunos faraones han aparecido estatuas que recuerdan al bichón maltés, siglo XIII a. C. En el siglo IV a. C., Aristóteles hace mención a estos perros, a los que les pone el nombre de canes malitenses.
Aparece representado en piezas de cerámica griega y es mencionado en los escritos de muchos poetas e historiadores romanos. Se le menciona desde la época del imperio romano y tal vez se le conoce desde antes. El maltés puede ser la raza faldera europea más antigua. Se sabe que fue llevada a varios lugares en las costas del Mediterráneo.
Los antepasados de esta raza vivían en las zonas portuarias de las ciudades marítimas del mediterráneo con la misión de cazar las ratas y ratones que se acumulaban en los barcos y almacenes. Su nombre, maltés, parece venir del vocablo málat, que significa puerto y no de Melitae como en principio se podría pensar. No obstante, málat es un vocablo que se usaba en muchas zonas marítimas, incluida la isla de Mljet (Dalmatia), por lo que no se puede descartar esta isla como su origen. Otra hipótesis es su procedencia de Sicilia (Melita).
En la Edad Media, los malteses fueron utilizados como animales de compañía por la nobleza europea.

Carácter y habilidades


Son excelentes animales de compañía, limpios, vivaces, inteligentes, cariñosos y amigables, con la eterna apariencia de pequeños cachorros. Es un perro dócil, protector con la casa. No es un perro ladrador, pero en algunos casos sí lo es; es precioso en todo sentido y no muy activo.
Pueden utilizarse como perro avisador, al igual que el chihuahua o el yorkshire terrier. Estos pequeños perros son perfectos para hogares en los que hay niños y adolescentes ya que son bastante comprensivos, y amarán a su dueño. Es bueno que tengan un paseo por la mañana o al atardecer ya que al ser pequeños no precisan de mucho ejercicio. Les gusta mucho dormir y la mayoría están casi adormilados, les encanta tener un hueso de goma para morder. Se adaptan a cambios fácilmente. Tienen una media de 12 a 15 años ya que al proceder de la antigua mesopotamia tienen cuerpos pequeños pero robustos. A lo largo de su vida no suelen presentar ninguna a enfermedad. En comparación a los Yorshire o los Chihuahua, el Maltés Bichón no tiene tanta tendencia a tener uñeros {Véase también en Uñeros} u otras enfermedades que puedan acortar su vida. A diferencia de otros perros los malteses necesitan poca actividad física, por lo que son buenos candidatos para personas mayores. Mientras se le entrena es obediente. Es muy sensitivo, y prefiere un hogar que sea estable. No presenta problemas con los niños siempre y cuando al perro se le respete, y puede pasarse horas jugando con ellos.

Llevarlos a caminar serviría también para hacerlos sociables ya que no requieren mucho ejercicio, y en los adultos hay que mantener el peso y la mejor forma de hacerlo es controlando lo que comen y llevándolos a pasear. Hay que prestar atención al pelo, y la ayuda de un peluquero canino puede hacer falta de vez en cuando. Hay que tener cuidado con acercarlos a otros perros porque se ponen muy nerviosos.
Pueden hacer piruetas, como mantenerse de pie sobre sus patas traseras durante varios minutos. La hembra es juguetona y suele correr mucho cuando invita a jugar. Aunque se adaptan perfectamente a vivir en apartamentos por su pequeño tamaño y carácter doméstico, les encanta pasear al aire libre. Al ser una raza delicada, sobre todo cuando son cachorros, requieren cuidados. Es recomendable alimentarlos con pienso, y aunque le gusta mucho la comida humana nunca se le debe dar chocolate, pues es altamente mortal para esta raza. A veces puede tener alergias

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